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Imagen creada con inteligencia artificial de Adobe Firefly.

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Inteligencia artificial

Existen varios proyectos de inteligencia artificial (IA) desarrollados en el territorio de Gipuzkoa. La Diputación Foral de Gipuzkoa ha aprobado un programa de apoyo a la Red guipuzcoana de Ciencia, Tecnología e Innovación que incluye una línea específica para la aplicación de tecnologías de IA a tecnologías del lenguaje en el área de las Humanidades y Ciencias Sociales.

Este proyecto es particularmente relevante para el desarrollo del euskera en el contexto de la IA. Asimismo, el Centro Vasco de Inteligencia Artificial (BAIC) ha presentado casos de uso de IA desarrollados por entidades socias en Gipuzkoa, incluido sistema de predicción y optimización de autonomía de vehículos eléctricos utilizando IA de Vicomtech.

La Inteligencia Artificial (IA) es un sistema tecnológico diseñado para realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana, como por ejemplo aprender de experiencias previas, resolver problemas, reconocer patrones, tomar decisiones, procesar lenguaje e interpretar información visual. La IA funciona mediante algoritmos y grandes volúmenes de datos que permiten a las máquinas “pensar” y actuar de forma similar a las personas, pero de manera más rápida y precisa en tareas específicas.

Sin embargo, varias manifestaciones de la inteligencia artificial (IA) son problemáticas desde el punto de vista del género. Por ejemplo, los programas de IA utilizados en procesos de selección de personal o acceso a servicios financieros han mostrado sesgos que discriminan a las mujeres. La subrepresentación de mujeres en los conjuntos de datos utilizados para entrenar IA resulta en sistemas que no reflejan equidad. Mientras, existen dificultades particulares en el reconocimiento de voz de mujeres y en la detección facial de rostros femeninos, especialmente cuando más oscura tienen la piel. Por otro lado, las voces de las asistentes de voz son en su mayoría femeninas. Esto es problemático porque las voces femeninas se asocian con lo emocional, servil y agradable (en vez de racional, independiente o asertivo). Asimismo, las IA generativas de contenidos visuales tienden a reproducir estereotipos de género, sexualizando y limitando a las mujeres. Diferentes chatbots y modelos de lenguaje (como ChatGPT) han demostrado perpetuar prejuicios de género, asociando a las mujeres con roles estereotipados.

Por otro lado, la IA está conduciendo a la automatización de empleos donde las mujeres están sobrerrepresentadas, como puestos administrativos y de oficina, poniendo en riesgo su estabilidad laboral. Además, la baja participación de mujeres en el desarrollo de sistemas de IA (solo el 9.1% de los especialistas en IA son mujeres) contribuye a la perpetuación de sesgos.

Sin embargo, también hay avances positivos. Las herramientas impulsadas por IA, como algunas plataformas de contratación que buscan la imparcialidad, se centran en las habilidades y la cualificación en lugar de en el género, lo que ayuda a eliminar los sesgos. Estos sistemas garantizan oportunidades laborales equitativas para las mujeres y promueven la diversidad en los lugares de trabajo al analizar las candidaturas en función de sus logros. Algunas plataformas educativas impulsadas por IA, como Coursera y Udacity, ofrecen experiencias de aprendizaje personalizadas adaptadas a las necesidades individuales y ayudan a las mujeres a superar las barreras tradicionales a la educación al adaptar el contenido a su ritmo y estilo de aprendizaje. La IA se utiliza también para aumentar la seguridad de las mujeres a través de aplicaciones como sistemas de alerta impulsados por IA y herramientas que rastrean áreas inseguras o brindan asistencia de emergencia.