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La historia de las balanzas y máquinas de pesar en Gipuzkoa está estrechamente relacionada con el desarrollo económico y comercial de la región. En Gipuzkoa, las medidas y los instrumentos de pesaje han tenido una gran importancia histórica, especialmente en el ámbito comercial. Se han encontrado marcas grabadas de antiguas medidas en diferentes lugares de Gipuzkoa, como Zegama, Bergara y Zizurkil.

Estas marcas servían como patrones de medida para garantizar la equidad en las transacciones comerciales. En Zegama, la marca de la vara en la iglesia de San Martín probablemente data del siglo XVIII. Aunque se encuentra en un muro que podría ser del siglo XV-XVI, se cree que su trazado es posterior, coincidiendo con la construcción del nuevo crucero a partir de 1736. En Bergara, las marcas grabadas en los pilares de los soportales de la plaza de San Martín de Aguirre son difíciles de datar con precisión. Sin embargo, están relacionadas con una decisión de las Juntas Generales de Gipuzkoa en 1606 para estandarizar las medidas de ladrillos y tejas en toda la provincia. En cuanto a Zizurkil, la referencia a la “gorabilla” o “codera” es más antigua; se menciona en un acuerdo de las Juntas Generales de Azkoitia en 1484, lo que sitúa esta marca al menos en el siglo XV.

En el siglo XVI, las Juntas Generales de Gipuzkoa tomaron decisiones para estandarizar las medidas en toda la provincia. Por ejemplo, en 1606 se fijó una medida uniforme para ladrillos y tejas en toda Gipuzkoa. Las medidas estandarizadas ayudaban a resolver disputas comerciales. Un ejemplo es el litigio entre Martín Ruiz de San Millán y la población sobre el tamaño de los seles (terrenos circulares para el ganado) en 1539-1542.

Las balanzas desempeñaron un papel crucial en el comercio de Gipuzkoa, especialmente considerando su posición estratégica como puente entre el norte y el sur de Europa. Ciudades como Irun y Hondarribia fueron importantes centros comerciales donde las balanzas eran esenciales para el pesaje de mercancías. Desde el siglo XI, Gipuzkoa ha sido un territorio volcado al mar, lo que implica un uso intensivo de balanzas en los puertos para el comercio internacional. Asimismo, desde el establecimiento de relaciones con América, Gipuzkoa se integró en una economía “mundo” globalizada, lo que aumentó la importancia de las medidas precisas y las balanzas fiables. Las mujeres participaron en actividades comerciales que requerían el uso de balanzas, especialmente en mercados locales y pequeños comercios. Por ejemplo, la larga tradición textil de Bergara sugiere que las mujeres, que históricamente han tenido un papel importante en esta industria, podrían haber utilizado balanzas en sus actividades laborales.