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Imagen de mujeres trabajando en la fábrica de cerillas de Benito Landarte.

Group F
Date 1856
Origin Irun
Brand Landarte
Source (DFG) Diputación Foral de Gipuzkoa
License Copyleft

Fábrica

La Fábrica de Cerillas de Nuestra Señora del Juncal, también conocida como Fosforera Española, fue construida en Irun en 1856. Ubicada a orillas del río Bidasoa, esta fábrica desempeñó un papel crucial en la historia industrial y laboral de la ciudad. Las mujeres, conocidas como “cerilleras”, fueron fundamentales en la operación de la fábrica.

En 1908, de los 253 trabajadores y trabajadoras, 216 eran mujeres. Las mujeres trabajaban largas jornadas de once horas y recibían salarios inferiores a los de los hombres.

La Fábrica El León, también conocida como Cervezas El León, tiene una rica historia en Gipuzkoa que se remonta a finales del siglo XIX. La empresa fue fundada oficialmente en 1965 por los hermanos Juan y Teodoro Kutz, pero sus raíces se remontan a 1870. En 1870, Benito Kutz estableció la cervecería Strassburgo en el barrio de Ategorrieta de Donostia, donde fabricaba cerveza y hielo. Tras su fallecimiento, su viuda Francisca –a quien la historia no ha recordado— dirigió la empresa hasta 1913, momento en el que sus hijos Juan y Teodoro tomaron las riendas. En 1965, los hermanos Kutz formalizaron la empresa como sociedad anónima y trasladaron la fábrica al barrio de Benta Berri, en el Antiguo. La cerveza más famosa que elaboraban era la Keler 18, de estilo alemán y baja fermentación. En la década de 1980, la empresa decidió ampliar sus operaciones y se trasladó a Arano (Navarra) en 1982, donde construyeron una gran fábrica con maquinaria moderna y acceso a agua de manantial. En 1986, el grupo Cruzcampo absorbió la marca, cesando la producción en Arano, y posteriormente, Heineken España adquirió Cruzcampo y, por ende, Keler. Finalmente, la marca Keler fue vendida al grupo catalán Damm, que actualmente la produce en sus plantas del Prat de Llobregat (Barcelona). La historia de la Fábrica El León refleja la evolución de la industria cervecera en Gipuzkoa, desde sus orígenes familiares hasta su integración en grandes grupos empresariales. Aunque no se dispone de información detallada sobre el papel específico de las mujeres en esta fábrica, su contribución al desarrollo industrial de la región fue sin duda significativa.

La historia de la industria armera en Eibar es un capítulo crucial en el desarrollo industrial de Gipuzkoa, y las mujeres desempeñaron un papel significativo en esta industria. La tradición armera en Eibar se remonta al siglo XIV, pero se industrializó en el siglo XIX; en 1908, se fundó la Escuela de Armería de Eibar, crucial para la formación de trabajadores especializados. A principios del siglo XX, Eibar se convirtió en un centro importante de producción de armas. La Primera Guerra Mundial impulsó la demanda, llevando a un crecimiento significativo de la industria. Inicialmente, las mujeres trabajaban principalmente en tareas de acabado y montaje, pero con el tiempo, se incorporaron a más áreas de la producción. Muchas mujeres se especializaron en el pulido y grabado de armas, así como en la inspección de calidad y el empaquetado. Las mujeres a menudo recibían salarios inferiores a los de los hombres y enfrentaban desafíos para conciliar el trabajo con las responsabilidades familiares. Aunque inicialmente excluidas, con el tiempo algunas mujeres accedieron a formación técnica. Durante la Guerra Civil española y la Segunda Guerra Mundial, aumentó la participación femenina debido a la escasez de mano de obra masculina. Sin embargo, tras la Guerra Civil, muchas fábricas de armas se reconvirtieron para producir máquinas de coser y bicicletas. Esta transición afectó los roles laborales de las mujeres, que se adaptaron a las nuevas líneas de producción. En la segunda mitad del siglo XX, la industria armera de Eibar experimentó un declive. Sin embargo, el legado de las mujeres trabajadoras en esta industria ha dejado una huella importante en la historia social y económica de la región.